domingo, 3 de julio de 2011

“El dinosaurio sigue tirando coletazos”: Encinas

Pues hace rato vivimos la contienda electoral por la gubernatura del Estado de México, los únicos dos que pesaron fueron Eruviel Ávila (PRI) y Alejandro Encinas (PRD), quienes desde las campañas se perfilaban como polos opuestos, desde su estrategia de campaña hasta en cada uno de los debates…donde Eruviel no era el más brillante.

Felipe Bravo Mena, pues namás lo menciono para que se acuerde que era el candidato del PAN, por si a usted se le ocurrió votar por él, pues le aviso que su oportunidad de perfilarse como gobernador era nula.

A las 6pm cerraron las casillas, el 42.68% de la población fuimos a votar; pero dejando a un lado que el grado de abstencionismo es típico y que generalmente nunca votamos el famoso 50% más uno para que sea una verdadera democracia, lo interesante aquí es el nivel de diferencia entre los votos obtenidos entre el PRI y el PRD.

Durante la jornada electoral se registraron incidentes graves, en algunos distritos electorales, como, por ejemplo, en Cd. Neza, denunciaron que algunos personajes estaban rondando las casillas para ver quien votaba o no y por quién, que además estaban armados (lo cual significa amedrentación a la libertad que ejercemos al votar).

http://www.eluniversal.com.mx/notas/776813.html

Entonces, como a las 6 y media de la tarde empezaron a salir los datos, entre las encuestas de salida y los prelimilares del PREP (sí, muy redundante, pero cierto), Milenio noticias nos hizo el favor de declarar al candidato del PRI como ganador de la contienda y la verborrea y las elucubraciones comenzaron a correr.

Cuando por fin salió el link del PREP, nos llevamos (en lo personal) una muy terrible sorpresa, que al final no fue tan sorpresiva… el PRI acumulaba más de 40 puntos porcentuales encima del representante perredista.

Así que aproximadamente a las 8 y media de la noche los candidatos salieron, cada quien por su cuenta a hablar, Eruviel Ávila preparando el festejo de su nueva gubernatura, Bravo Mena diciendo, ps suerte para la próxima y en el mismo tenor, Alejandro Encinas también dio discurso de vencido, pero con interesantes tonalidades.

Me concentro en el discurso de él porque es una verdadera novedad en el Estado y no sólo eso, sino que de verdad fue un muy buen candidato, debemos reconocerlo, diplomáticamente muy listo, en los debates siempre pulcro y brillante, con una campaña medida y bien llevada… pero no era lo que los mexiquenses querían… ¡¿No lo era?!

Pues aparentemente no, Encinas en su discurso de perdedor, habló de la incompetencia de Peña Nieto para quedarse al margen en estas elecciones, porque efectivamente no lo hizo, ¿cuántas obras de repavimentación en Edo no vimos?, el caso es que en el Estado de México no aspiramos a una transición, ni siquiera a la famosa alternancia, que a mi parecer es un concepto ridículo; lo que es claro es que en el EdoMéx somos masoquistas y nos gusta andarle sufriendo.

Sufriendo como todos los días con los altos costos en el trasporte, con la violencia que incrementa, con la corrupción en las instituciones, con la escases de trabajo, educación, recursos; con las inundaciones y demás tragedias que vivimos cada día.

Sonará dramático, pero es cierto y me parece increíble cómo no nos damos cuenta de que necesitamos un cambio, no una regresión…

Encinas salió del salón de conferencias con un el ánimo arriba y con un discurso políticamente correcto, recordándonos que en realidad los grandes perdedores somos la población, los que nos tenemos que aguantar las obscenas políticas de los candidatos del PRI, del dinosaurio que fungió el autoritarismo en México en toda su expresión durante 70 años, que vamos corriendo a repetir la historia.

Uno ya a estas alturas del partido ya no sabe si es bueno o malo, algunos podrán aplicar el dicho: “Mejor malo por conocido, que bueno por conocer”, podrían argumentar que el desconocido (PAN) ya nos salió muy caro durante ya casi 12 años; así que en ese tenor, pues para qué arriesgarse con otro desconocido. “El miedo no anda en burro” (pero sí en ignorantes, consecuencia del sistema).

La peor parte de todo esto no es que el Estado de México no despierte de su miseria, lo grave es que somos el reflejo de las próximas elecciones presidenciales, y si algunos aún tenían la esperanza de NO ver a Peña Nieto de presidente, pues olvídenlo, si Encinas no pudo con el desconocido de Eruviel; ni Ebrard ni AMLO podrán contra Peña.

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