viernes, 29 de julio de 2011

UN TERRIBLE CÍRCULO VICIOSO

El fin de semana que acaba de pasar los chicos aspirantes a entrar al bachillerato recibieron sus resultados sobre a cuál escuela podrían inscribirse para cursar sus estudios de media superior.
En una experiencia personal y con los conocimientos aún más ampliados sobre el tema, les comparto una reciente situación y mi análisis sobre la misma.

Generalmente los chicos piden (pedimos, cuando me tocó a mí) opción de bachillerato UNAM o IPN, son las más demandadas, demanda que se define dependiendo del promedio de número de alumnos que aspiran a tener un lugar en un CCH, Prepa o Voca. Por ejemplo, en las preparatorias con más solicitudes, este año, 15 solicitantes concursaban por un único lugar; lo que quiere decir que sólo uno de esos 15 adolescentes podrá entrar a la preparatoria solicitada, siempre y cuando logre el puntaje necesario (101 aciertos para la más demandada).

Comenzando con que la educación en nuestro país a nivel básico es decadente, vergonzosa y deplorable, y aunque uno se inscriba en esos milagrosos cursos para entrar al bachillerato deseado, no es simple pasar el examen cuando concursas contra más de 300 mil chicos con condiciones muy parecidas, en cuestión económica, social y educativa.

Con 128 aciertos y con una serie de opciones anotadas para ver en cuál te quedas; los que hemos concursado pues ya se nos hace poca cosa, pero si alguno de ustedes pasó por esto, sabe lo que representa y lo que nos afecta que una organización como el COMIPENS junto con el CENEVAL, apliquen este tipo de exámenes para definir, no sólo nuestro futuro cercano, sino el resto de nuestra formación educativa.

La premisa de muchos expertos es que la UNAM (por ejemplo) no puede otorgarle lugar a todos los aspirantes y no hablemos del nivel profesional, entonces no hay lugares suficientes para los futuros estudiantes en una educación que de alguna forma está garantizada. Independientemente de lo que opinemos sobre prepas y cch's, tenemos el conocimiento empírico de que la educación ahí vale más la pena (por así decirlo).

El caso es que no hay suficientes lugares, entonces la solución es encontrar otras opciones, si no te quedaste en prepa, cch o voca, seguramente te quedaste en alguna prepa de la SEP, CONALEP, Colegio de Bachilleres, DGTI, DGTA (o sea, cetis y cevetis) y si no, tienes chance de que en algunos de estos tienen lugares para que te inscribas, siempre y cuando hayas logrado un mínimo de 31 aciertos; sí, el Estado nos provee de más opciones para la educación media superior (suponiendo que es educación de calidad).

Pero qué pasa si te faltaron dos o tres aciertos, obvio, no te quedas, simplemente no alcanzaste, yo soy de la idea de que si no lograste el número de aciertos pues no entras y ya, pero el día que se publicaron los resultados tuve la oportunidad de vivir una experiencia de éstas de muy cerca, entonces me detuve a pensar y obsevar la circunstancia, que se resume en una sola palabra: necesidad.

Uno de los concursantes no queda en ninguna de sus opciones (cuatro de moderada demanda, o sea de 80 aciertos para arriba), y entonces le dan la calificación de consursante con derecho a otra opción (CDO), con lo cual podrá ir a algún plantel a ver si hay plazas para inscibirse. La que encontraron son opciones en sistema escolarizado al otro lado del mundo (muy lejos, pues), y las otras opciones cercanas, sólo en sistema abierto.

El drama, la tristeza y la decepción son normales y comprensibles, no, no es el fin del mundo, pero precisamente la necesidad es la que habla, las oportunidades de estudio son cada vez más reducidas, aunque el Estado y la Constitución diga que tienen la obligación de proveer a la población de educación básica. Las demandas aumentan cada año por los resagados y los nuevos egresados de la secundaria, parece que el aumento sigue y no se detiene, haciendo aún más complicado el ingreso.

La necesidad de una familia de que su hijo estudie y además de mantener a sus otros hijos, su casa y las necesidades básicas de toda la familia, significa el cierre de oportunidades para estudiar en escuelas particulares (las cuales no apoyo, pero son la otra opción, no sólo a nivel bachillerato, sino a nivel profesional), entonces la angustia es obvia.

Existe una opción más, que son los contactos y el dinero, sí, la corrupción para poder hacer que sus hijos puedan estudiar y no se queden como ninis un año entero o más, en lo que logra entrar a la preparatoria y en el peor de los casos en la universidad (esto último pasa con mucha más frecuencia), lo cual es incorrecto, pero es a lo que nos orillan nuestra circunstancia económica y las limitadas oportunidades de estudio.

Lo último nos lleva a este famoso círculo vicioso, donde el Estado y nuestro gobierno son directos participantes al no impulsar la educación por conveniencia de poder, sabemos que unos de nuestros principales problemas en la nación es la decandente educación, la violencia y la apatía son directas consecuencias de eso. Pareciera que quienes comandan a este país impulsan a los ninis para meterlos al ejército y continuar con su absurda guerra de la cual todos conocemos la historia.

Por ahora, lo que puedo afirmar es que necesitamos impulsar una solución positiva a esta necesidad, comenzando por darle a nuestros jóvenes las mejores y más amplias oportunidades de estudio, sé que suena utópico, pero sé que con conciencia y voluntad podríamos hacerlo, abriendo espacios para impulsar, por lo menos, la educación autodidacta.
Nota: La comprobación de que nuestra educación es decadente se traduce en el promedio de acirtos obtenidos: 64 de 128.

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