79 por ciento de las familias mexicanas pueden considerarse como tradicionales: Un jefe de familia, esposa e hijos. Sin embargo, es en esta familia nuclear donde se da un maltrato a los niños, ya sea físico o psicológico, en un porcentaje que ocila alrededor de 20 por ciento (dependiendo el estado de la república). Pero según la Iglesia, ESA SÍ ES FAMILIA.
Ahora bien, aquellos que se oponen a este derecho argumentan que los mocosos sufrirán el trauma de ser discriminados por tener dos papás o mamás. ¿Acaso no todos los niños son discriminados de alguna forma en la escuela (o donde sea que se encuentren)? ¿Acaso usted en su infancia no lloró porque le decían gordo, flaco, cuatroojos, chillón, mocoso, feo, ñoño, tonto, torpe o alguna de las típicas burlas de niños?
Póngase a pensar, ¿quiénes son los que dicen que esos niños van a sufrir exclusión? Pues obviamente quienes piensan discriminarlos. Al parecer, eso del “respeto al derecho ajeno” no se inventó en México.
Creo que explicarle a un niño que sus padres son del mismo sexo y que de esa forma no funciona la reproducción animal es sumamente complicado. Pero explicarle a un niño que su padre es un patán que golpea a su madre y que no es civilizado repetir ese comportamiento me parece imposible.
Es más fácil que el infante comprenda su vida a base de amor, educación y libertad que en medio de la violencia que se da diariamente en nuestro país.
No generalizo, mi punto es que si podemos darle un hogar a niños necesitados de éste, uno donde en verdad los deseen… pues, ¿por qué no?
Nota: Este es un artículo atrasado, chequen lo nuevo en www.filos.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario